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Elaboración

La belleza de un sabor único

El tipo de uva, la proporción de tallo a fruto, la longitud de fermentación, el tipo de barrica,…cada consideración se decide teniendo en cuenta el disfrute completo.

Aún siendo defensores de la maceración carbónica a la hora de elaborar nuestros vinos, no hemos olvidado el método de vinificación tradicional, esmerándonos con el mayor de los cuidados en ofrecer un vino sublime, fiel reflejo de la belleza de un sabor único.

En Arúspide, después de la segunda selección en la cinta, comienza el proceso de fermentación de hasta diez días, haciendo entre dos y tres remontados diarios consiguiendo que el vino se oxigene de una forma única.

Crianza en barrica y en botella

Para aquellos vinos destinados a crianza, se realiza el sangrado de los depósitos donde se inicia la fermentación maloláctica, y posteriormente se trasiega a las barricas de roble francés donde iniciarán su crianza. Finalmente, con el paso por botella como última etapa para los vinos de crianza, las botellas se dejan en botelleros para que terminen de redondearse. 

Maceración carbónica

Los vinos de maceración carbónica son vinos jóvenes, exultantes de color, aromas y sabor, que alegran nuestras mesas con potencial frutal. Todo empieza con la llegada de la uva a Bodegas Arúspide, se introducen los racimos enteros en un depósito al que previamente se le ha realizado un proceso evita la oxidación de la uva y favorece la fermentación. Aquí comienza la fermentación intracelular dentro de cada uva, que durará de cuatro a cinco días en los vino blancos y entre doce y catorce en los tintos.

A continuación, se sacan los racimos de los depósitos para ser prensados extraer el mejor mosto vino. Éste empezará entonces la fermentación alcohólica para alcanzar su grado alcohólico definitivo y todos sus matices.